Elecciones 2018: Los graves errores en el marketing político

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Por Luis LLaja , periodista digital en LaRepública.pe

Las diversas campañas  previo a las Elecciones Municipales y Regionales 2018 nos van dejando lecciones de qué cosas no hacer al momento de aplicar el marketing al terreno de la política.  Se supone que esta herramienta sirve para facilitar y adaptar la imagen de un candidato a su electorado target, sin embargo, aún vemos un uso inadecuado y hasta ridículo de ella.

El marketing político ayuda a que el político sea conocido por el mayor número de votantes posibles, mientras al mismo tiempo crea las diferencias que marcarán distancia de sus rivales en la contienda electoral. Y qué mejor momento para utilizar esta herramienta que la actual, donde gran parte del electorado ha perdido la confianza en los políticos, basta revisar los índices de desaprobación de los últimos meses del Congreso y el Poder Ejecutivo.

Esta desconfianza está impulsada por un sistema de justicia que ya tocó fondo, además de una clase política que parece aplicar el “miente, miente y continúa mintiendo hasta que lo que dices se vuelva verdad”, como si el consumidor/votante no tuviese las herramientas necesarias para mantenerse realmente informado.

En este aparente momento del despertar peruano, es vital utilizar el marketing político para tratar de mejorar la baja calificación que tiene la sociedad en cuanto al nivel de confianza y credibilidad de los personajes ligados a la política. ¿Cómo?, pues ofreciendo valor agregado y creando experiencias memorables con los clientes/votantes objetivos.

Pero, lejos de lo expuesto, la mayoría de los actuales candidatos están más preocupados en venderse como producto antes que enfocarse en los votantes, tal y como lo dicta las bases del marketing.

Dan buenos discursos, previamente ensayados, compran su mejores trajes y cuidan hasta los mínimos detalles de sus presentaciones en público; sin embargo, descuidan a sus consumidores y no hacen nada para revertirlo, sino que creen que con virales, bailes tontos y promesas sin sentido, acariciarán los ansiados cargos políticos.

Es momento de que cambie la manera en que los políticos comunican sus acciones, ya no podemos seguir con el modelo de informar qué nuevos proyectos se inauguraron durante la semana, en cuáles se está trabajará o las trabas que pone la oposición.

Ahora el votante y ciudadano debe obtener el valor agregado que lo sorprenda, acerque y haga sentir que el político es su cómplice en la búsqueda de mejorar su calidad de vida y economía familiar.

En base a la necesidad del votante peruano, a continuación dejamos un listado de las acciones que debería realizar un candidato serio durante la elaboración de su estrategia de campaña.

  1. Presentar sus cuentas a vista de todos como símbolo de transparencia total.
  2. Alentar la disminución de la burocracia, que ya sabemos va acompañada de corrupción.
  3. Rendición de labores en tiempo real.
  4. Disminución de sueldo, de acuerdo al peruano promedio.
  5. Mayor participación y comunicación a la ciudadanía.
  6. Trabajar con la ciudadanía no solo en época de campañas, sino procurar establecer relaciones duraderas trabajando día a día soluciones reales para los vecinos.

Fuente: Mercado Negro

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