Lecciones de marketing digital que nos enseña Black Mirror

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Por Ivanna Zauzich – speaker en MarketingDigital 

Black Mirror es una serie de Netflix que ha generado conversación mundial desde su estreno en 2011. La narrativa se enfoca en un futuro distópico en el que la sociedad tiene una relación estrecha con la tecnología. Es casi como el presente, pero los dispositivos electrónicos están insertados en el cerebro o el uso de redes sociales define el estado crediticio de una persona.

Si se piensa bien no es algo extremadamente futurista y esta no es una reflexión sobre si la tecnología, en exceso, es buena o mala. Más bien, y si es capaz de dejar el moralismo a un lado, es una lectura sobre las lecciones de marketing digital que deja Black Mirror.

Inbound marketing avanzado

Para quienes están en marketing digital es común escuchar, o aplicar, Inbound Marketing. Esta es una metodología basada en un conjunto de técnicas no intrusivas para captar clientes a través de contenido de valor y alimentando la relación hasta que el potencial cliente tome la decisión de compra. Aquí no hay llamadas ‘en frío’ para ofrecer un producto no deseado, sino que la persona consume información relevante hasta que adquiere el producto por sí misma.

El capítulo Be Right Back es un reflejo de Inbound Marketing bien hecho en el que se aprovecha la oportunidad para vender un producto. Es cierto que la situación es la peor, ya que se trata de una pareja joven, el esposo muere y ella se queda sin rumbo.

Una conocida de la desdichada mujer le recomienda una suerte de software que recolecta la data que existe de esa persona en la nube: tuits, conversaciones en Whatsapp, posteos en Facebook, y hasta videos en YouTube para recrear la voz. Todo sirve para enriquecer el software que alimenta un chat o call con machine learning que contesta en tiempo real y aprende de las conversaciones para seguir contestando según la personalidad de la persona ausente.

Extrañar tanto a una persona es el problema que el marketing debe solucionar y lo hace a través de ese software que recrea la personalidad.Luego viene la oferta de un producto carísimo que es una suerte de muñeco, tipo robot con las facciones de esa persona para recrear su vida. Es una idea aterradora, pero solo quien ha perdido a alguien cercano entiende que la línea de lo correcto se hace muy delgada por el dolor. No tiene caso contar el final del episodio, porque el enfoque es entender cómo la data de una persona fallecida es el contenido que atrae para vender un producto.

Récord en redes sociales

Uno de los capítulos más pintorescos de Black Mirror es Nosedive. Se trata de un mundo en el que una red social, cuya interfaz es similar a Instagram, domina todo.

Las personas dependen de las calificaciones que reciben en esa red social para acceder a un crédito hipotecario, una tarjeta de crédito, obtener un empleo y para escalar en la sociedad. Las personas que están sobre 4 (la máxima calificación es 5 en esa realidad alterna) tienen más posibilidades de obtener beneficios sociales, mientras que los que están entre 3 y 4 son discriminados. También están los que están por debajo de 3, que son la escoria de esa sociedad distópica.

 

Cada interacción física permite que las personas se califiquen entre sí, haciendo que los habitantes de este mundo vivan a través de su celular. El capítulo es interesante porque refleja una realidad no tan lejana. De hecho, plataformas como Uber, Cabify, Airbnb, entre otras se basan en calificaciones para recomendar conductores o alojamientos.

De hecho, la categoría VIP es un método de marketing para dar beneficios y fidelizar a los usuarios. En Nosedive sin centrarse en ello, abordan un tema que es común hoy: el marketing de influenciadores, para usar el capital digital de los clientes y así mejorar alcance de una marca.

En la actualidad, y no es un guión fantasioso, existen aplicaciones que estudian el historial de los usuarios en redes sociales para verificar su autenticidad y determinar su comportamiento online para otorgarle un beneficio. Si se le quita lo negativo de la historia (quienes hayan visto este capítulo entienden), Nosedive es una lección de hacia dónde van las estrategias de marketing de la mano de las redes sociales.

El reto de crear una marca (o un personaje)

El Momento Waldo es una analogía de cómo la sociedad funciona gracias a la tecnología. Waldo es una caricatura, un oso azul, que dice groserías y se burla del resto de políticos. Así se convierte en un candidato aclamado por los votantes.

El mensaje del capítulo es claro: “No necesitamos a los políticos. Todos tenemos iPhones y ordenadores. Cualquier decisión que haya que tomar, cualquier política, simplemente la ponemos online. Dejemos que la gente vote. Pulgares arriba, pulgares abajo. La mayoría gana. Eso es una verdadera democracia”. Con este discurso, el productor general del Show de Waldointenta convencer al comediante que hace la voz y gestos del oso azul, de que su personaje está mejorando al mundo.

La cuenta en Twitter de Black Mirror dijo:

Dejando a un lado la reflexión moral y el deber político de la sociedad, lo interesante del capítulo es cómo una caricatura toma vida propia, genera una personalidad y compite con personas reales.

Uno de los grandes retos del marketing es crear una marca y Waldo es una humanizada y con credibilidad. La única forma de dar vida a un concepto así es entendiendo el contexto social y dando el mensaje correcto a la audiencia. Este capítulo enseña la importancia de crear una buena marca y cómo ésta cobra vida y se desenvuelve sola.

Fuente: Medium.com

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