Artículo escrito por Ana Lucía Navarro – Gerente de Cuentas de ARELLANO
Hoy, la primera misión de muchas empresas está enfocada en ver cómo podemos apoyar a que todos los peruanos superemos esta difícil etapa de cuarentena. La inmediatamente siguiente, desde ya, debe ser cómo pasada la crisis aportamos a un mayor desarrollo del país con nuestro crecimiento. No nos olvidemos que el éxito de las empresas se refleja en el desarrollo de un mejor país: con más empleo, menos pobreza y más bienestar.
Tomando en cuenta lo segundo, estando acostumbrados al cambio progresivo del consumidor peruano en la última década, sin embargo, ahora nos toca observar un cambio repentino y probablemente significativo, fruto de la coyuntura de aislamiento.
Estos cambios en el consumidor, deberían llevarnos a pensar en algunas preguntas básicas desde el punto de vista del marketing para tomar acciones y no dejar de crecer luego de la crisis: ¿Cuál es la verdadera necesidad que busca hoy satisfacer el consumidor con nuestras marcas? ¿Cuál es/será el rol de las categorías en las que compito? ¿Qué debería hacer con mi marca para reconectar con los nuevos consumidores post virus? ¿Acaso nuevas forma de comunicar, nuevos productos o nuevos servicios? Si los respondemos bien, podremos anticiparnos al final de la cuarentena, cuando el consumidor pueda disfrutar de la libertad de seguir eligiéndonos.
Durante la crisis muchos hemos tenido que cambiar varios de nuestros hábitos: probar nuevas(os) marcas/productos a falta de los que acostumbramos comprar, experimentar en la cocina a falta de la comida del menú o delivery. Hemos comenzado a lavar la ropa, limpiar la casa y un sinfín de actividades que para muchos ya no eran parte de nuestra rutina. Estos cambios, pueden generar que, por ejemplo, una señora con Estilo de Vida (EdV) Conservadora pruebe productos empacados, evalúe el precio y el desempeño para probablemente considerarlos en adelante dentro de su lista habitual de compras. ¿Cuáles serán entonces sus nuevos hábitos de compra en adelante?
Asimismo, al estar privados de ciertas categorías como, por ejemplo, de entretenimiento fuera de casa, algunos quizás hemos comenzado a redescubrir las noches de juegos de mesa con la familia en lugar de ir al cine, empleando quizás nuevas plataformas , así como reaprendiendo a compartir almuerzos, cenas y conversaciones en familia. ¿Podrían nuestros espacios de entretenimiento encargarse de mantener esta nueva costumbre viva, no sólo los fines de semana, sino también en días de semana? O tal vez, ¿evaluar el apoyarnos en la tecnología para desarrollar formas innovadoras de entretenimiento para diferentes segmentos de edad, que se puedan disfrutar desde la comodidad del hogar y ya no solo en cuarentena, sino como parte de los nuevos hábitos del consumidor peruano?
También es importante preguntarnos ¿cuáles serán los impactos para aquellas empresas que se sumaron positivamente a la coyuntura? ¿cuáles podrían ser las expectativas de mi público objetivo más allá del uso de mis productos?, ya que siempre podemos aprender de las experiencias de otros.
En conclusión, estar preparados para redefinir estrategias que nos permitan seguir creciendo luego de la crisis es uno de los aspectos prioritarios a considerar en estos momentos. Dado que todo el Perú necesita recuperar el tiempo de para y esto depende de que todos encontremos las formas de seguir creciendo hoy y creciendo más mañana.
Fuente: Arellano
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