Por Fernanda Ramírez – Directora General de Comunicación Spread y experta en manejo de crisis
El escándalo de la consultora Cambridge Analytica que derivó en una fuerte caída de las acciones de Facebook la semana pasada, causó un sinnúmero de críticas, pero también, un panorama que nos obliga a reflexionar la cantidad de información valiosa que, consciente o inconscientemente, le hemos entregado a esa y las demás redes sociales.
Los datos personales son el nuevo oro y están a la venta al mejor postor, que tendrá la pericia de saber utilizarlos para que ponga a nuestro alcance el producto o servicio preciso que estamos buscando.
A pesar de que las políticas de Facebook y su interminable lista de términos y condiciones, contenidos en un contrato que jamás leemos antes de darle “acepto”, no gozan de una transparencia que nos permita conocer qué es lo que esa aplicación almacena durante su uso diario, sí es posible descargar un archivo con todos estos datos, y el resultado es verdaderamente espeluznante.
Para descargar esa lista, basta con posicionarnos en nuestra cuenta de Facebook, en la parte de Menú-> Configuración general -> Descarga una copia de tu información.
Allí, la aplicación te preguntará si quieres generar un archivo con todos tus datos almacenados, que posteriormente enviará a tu correo.
Cuando abrimos dicho archivo (que regularmente suele ser mayor a 1Gb. podemos darnos cuenta de la enorme cantidad de datos privados que le hemos regalado a la compañía de Mark Zuckerberg, que es básicamente todo lo que hemos escrito y con quien hemos interactuado en la red social, así como todas las fotos que hemos compartido.
Aunque no hayamos autorizado a la aplicación el tener acceso a la agenda de nuestro teléfono, esta aparecerá completita en el archivo. En la parte de “Biografía”, tendremos una lista de todo lo que hemos escrito y todo aquello a lo que le hemos dado like, lo que hemos compartido y comentado. Un espeluznante recuento de nuestra vida digital.
Posteriormente, descubriremos una enorme lista con todos nuestros amigos de Facebook, así como las solicitudes de amistad enviadas (que no han sido respondidas a pesar del paso de los años).
Más abajo, veremos que el archivo de nuestra vida en Facebook contará puntualmente con todas las localizaciones desde las que nos hemos conectado a dicha red, desde los primeros días en que comenzamos a utilizarlas. E increíblemente, también se mostrará una lista de todas las aplicaciones que hemos descargado en nuestro smartphone, a pesar de que no estemos conscientes de haberlo permitido.
Por si fuera poco, y para cerrar con broche de oro, la carpeta Mensajes nos entregará toda la comunicación vía mensajería de Facebook que hemos tenido con nuestros contactos, incluidas las fotos (privadas siempre, pues es el archivo de nuestro DM), videos, gifs y hasta archivos de audio.
Si alguien duda de que Facebook es tan omnipotente que puede adivinar nuestras necesidades para arrojarnos un anuncio de algo que justamente estamos necesitando, casi por arte de magia, basta con que descargue su archivo de esta red social y se dé cuenta con sus propios ojos que es él mismo quien alimenta a ese monstruo que hoy por hoy, es dueño de los datos privados de 2,167 millones de personas en el mundo, con los consecuentes peligros y potencial de manipulación que esto puede representar.
La pregunta es ¿estaríamos dispuestos a renunciar a todas nuestras redes sociales con tal de no representar una mercancía que se venda a quien más pague?