Ciberataque, robo de base de datos y desinformación: Los mayores ciberriesgos del siglo XXI

488

Lima, 04 de abril de 2024.- En esta era de innovación y digitalización, la tecnología se ha convertido en la columna vertebral de los gobiernos, las organizaciones y las empresas público-privadas que diseñan estrategias de gestión, marketing y servicio al cliente con nuevas y mejores experiencias para la población, los usuarios, los clientes, los colaboradores y los proveedores.

Las organizaciones empresariales se han comprometido en esta carrera contra el tiempo, y en los últimos años han convertido sus avances tecnológicos en un diferenciador clave en el mercado. Sin embargo, al tiempo que las empresas aumentan su reconocimiento y su participación en el mercado, y generan mejores experiencias, aumentan también los riesgos de ciberseguridad asociados a su propiedad intelectual, los procesos y los datos confidenciales de sus propios clientes/usuarios, sus colaboradores y sus empleados.

Estos riesgos, además, seguirán creciendo ante el avance de los sistemas de inteligencia artificial (IA), que está amenazados, por ejemplo, por la inyección de prompt, o ‘prompt injection’, una técnica empleada por los ciberdelincuentes  para manipular la entrada, o instrucciones, que se le proporcionan a la IA.

Según el último Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial 2023, el ciberataque y la inseguridad cibernética están en el top 10 de los riesgos globales más graves de la última década. La actividad maliciosa en el ciberespacio está creciendo con más ataques agresivos y sofisticados que se aprovechan de una exposición cada vez más amplia y generalizada.

Los ataques cibernéticos son la mayor amenaza de este siglo, poniendo en riesgo la continuidad de los negocios y la confianza de los usuarios que se sienten vulnerables ante la pérdida de su información: el petróleo de esta era.

¿Cuáles fueron los principales tópicos en la conversación?

Los temas de mayor relevancia para los usuarios en línea estuvieron relacionados principalmente con el pánico y la desinformación alrededor de incidentes detectados y amenazas de ciberataques. En menor medida, pero con potencial de aumentar su importancia, se observaron conversaciones sobre la protección de datos, la educación y la concienciación, así como las regulaciones.

Entre los temas destacados se encuentra la discusión acerca de los hackeos, ransomware y los riesgos relacionados con la seguridad de ChatGPT, ya que los usuarios expresan preocupaciones acerca de su capacidad para generar software malicioso capaz de espiar.

Partiendo del hecho que todos están expuestos a los ciberriesgos y que el estudio realizado por LLYC comprueba el temor y la demanda de transparencia por parte de los usuarios,  se identifican cuatro claves para la gestión de esta nueva amenaza que impacta la reputación y la confianza de las organizaciones:  

  • Avanzar hacia la antifragilidad: En una era de “perma-crisis”, el sector privado debe moverse hacia estrategias de antifragilidad, porque ya no se trata de sobrevivir, sino de permanecer y fortalecerse ante las adversidades. Cuando todos estamos expuestos a un ciberataque, la diferencia está en cómo se gestiona y cómo se comunica para que impacte lo menos posible la reputación corporativa.
  • Hipertransparencia: Los resultados del análisis de la conversación digital comprueban que los clientes/usuarios no quieren que las empresas oculten sus ciberamenazas bajo la alfombra”. Por el contrario, demandan una comunicación transparente y oportuna. La transparencia en lo que ha ocurrido y cómo se protege a los usuarios cobra más valor ante la ciberdelincuencia, porque se pone en riesgo el mayor valor que tienen las personas: sus datos.
  • Compliance conectado: El riesgo reputacional y el riesgo cibernético son en sí riesgos de cumplimiento. Mitigar el riesgo ciber y su impacto en la reputación empresarial no es solo una tarea hacia fuera, sino también hacia adentro.
  • Responsabilidad de todos: Sólo en una estrategia de anticipación a este tipo de riesgos y situaciones tiene la capacidad de convocar a todos los involucrados y a crear un cerco de protección en el que todos entiendan sus derechos y deberes.

“Como lo muestran los resultados de este estudio sobre la conversación digital, los usuarios no quieren que las empresas oculten las ciberamenazas y ciberataques, sino que exigen una comunicación honesta y eficiente sobre los sucesos que a ellos también les impacta. Es por lo que las empresas deben ser capaces de transmitir la información oportuna y adecuada para mantener la confianza de los usuarios”, comenta Catalina Barragán, directora en Comunicación Corporativa en LLYC México.


SUSCRÍBETE a InfoMarketing y entérate de las últimas noticias sobre marketing y publicidad. Conoce más en el siguiente link: https://bit.ly/2LJxxjh 

Comentarios