La confianza en los últimos años ha sido uno de los elementos más valorados por las marcas y las empresas. También cuesta crear y trabajar en ella y no vale con hacer simples estrategias de marketing y publicidad igual que antes.
Además, debe ganarse poco a poco y debe asentarse sobre bases sólidas. Requiere, al final, un trabajo de la compañía en profundidad y una estrategia que se mantenga de forma constante.
En un análisis de Mintel, aportan varios elementos que las marcas y empresas deben tener en cuenta a la hora de establecer esa relación de confianza con el consumidor.
- Deja claro cuáles son tus valores. De entrada, es un elemento clave para que los consumidores te conozcan y sepan qué esperar de ti, pero lo cierto es que ese no es el único punto importante en este terreno. Establecer en qué crees y qué defiendes es importante porque si la marca no lo hace ella misma serán los demás los que la definan y los que determinen lo que creen que estas piensan y defienden.
- Haz el bien haciéndolo mejor. Básicamente: no te quedes en el hacer una acción concreta, sino que hay que llevarlo más allá de eso. No se trata solo de hacer compromisos o defender una idea, sino más bien de ser una fuerza para el cambio positivo. Eso lo que los consumidores van a esperar de la marca.
- Los beneficios y los propósitos tienen que alinearse. Las compañías tienen que hacer caja: no queda más remedio ya que es al final lo que se busca con una empresa, el tener ganancias. Pero el cómo hacer caja y hasta el hacer caja no tienen que chocar con los propósitos y con los ideales que se ha impuesto la compañía.
- Hay que enfocar la estrategia como si se fuese un medio. No, no todas las empresas son medios ahora, pero lo que apuntan los analistas no es exactamente eso. Se trata más bien de pensar como un medio a la hora de compartir y transmitir información. Las compañías deben ser responsables con la información que comparten y con cómo lo hacen, ya que esa información tiene un importante impacto en el día a día de los consumidores y en las decisiones que toman. La información tiene que ser objetiva, fiable y de calidad.
- Y no solo habla, también vive acorde a ello. De nada vale hacer grandes promesas y de prometer centrarse en millones de cosas importantes si luego no se hace nada. La confianza de los consumidores no se gana con lo que se dice sino más bien con lo que se hace. No solo hay que hacer grandes declaraciones, también hay que aplicarlas.
Comentarios