Aplicar el category management ayuda a los retailers a librarse de un trabajo pesado. La segmentación en categorías estratégicas de diversos productos mejoraría los resultados de la empresa.
Esta herramienta permite que se mejore la experiencia del comprador en cada punto de venta y no solo trae beneficios a los negociantes que pueden administrar diversos grupos dentro de un área específica, también ayuda a que las empresas compren con eficacia y ahorren sumas importantes de dinero al realizarlas.
Estas decisiones se ejecutan tras un análisis previo de la catalogación de productos, márgenes, precios, tipo de cliente, canal y región. “Los socios comerciales retailer y proveedor colaboran en un proceso continuo para determinar el punto óptimo en precio, promoción, acomodo en anaquel y surtido para maximizar la rentabilidad y la satisfacción del shopper”, asegura el medio Storecheck.
Las ventajas de este sistema es que el trabajo entre los retailers y fabricantes se optimizaría, hace de los productos unidades independientes de negocio e incrementa las ventas de cada sección de la tienda.
