Starbucks ha anunciado que cerrará sus 8.000 establecimientos en Estados Unidos durante la tarde del 29 de mayo para que sus trabajadores sean sometidos a un curso para combatir las prácticas racistas, días después de que dos hombres afroamericanos fueran detenidos en uno de sus locales cuando estaban esperando a otro acompañante para pedir.
El episodio se produjo en uno de sus locales en Filadelfia (Pensilvania). El encargado llamó a la policía al ver a los dos hombres sentados hablando en la cafetería sin consumir, pese a que ambos argumentaron que estaban esperando.
La policía los saca esposados del local, aunque no oponen ninguna resistencia. Tras el incidente, el propio alcalde de la ciudad, Jim Kenney, dijo de éste que «parece ejemplificar cómo se presenta la discriminación racial en 2018».
En total, la multinacional estadounidense ha informado de que clausurará las más de 8.000 tiendas de las que dispone en el país y proveerá de una sesión educativa a sus casi 175.000 trabajadores, un curso que se convertirá en parte del proceso para acometer nuevas contrataciones, según un comunicado.
Las críticas a la compañía han continuado en los últimos días y el propio presidente de Starbucks, Kevin Johnson, ha pedido reunirse con los dos hombres detenidos por la policía, quienes aceptaron el encuentro. «Aunque esto no se limita a Starbucks, estamos comprometidos con ser parte de la solución», ha dicho Johnson, quien agregó que el cierre durante una tarde para acometer las labores educativas es «solo un paso» de un «camino» que requiere de la «dedicación de todos los niveles de la compañía».
Starbucks incluirá entre el equipo encargado de preparar el curso figuras diversas que van desde asociaciones en defensa de la democracia y las libertades civiles al exfiscal general Eric Holder, que también realizarán un seguimiento de la efectividad de las medidas.