La verdadera revolución en la mentalidad de los consumidores del 3.0, es que “las nuevas generaciones están abiertas a suscribirse a todo tipo de servicios y contenidos. Para ellos, el acceso es más importante que la posesión», explica Eduardo Irastorza, profesor de EAE Business School y autor del informe El consumidor de 2030.
«Es una verdadera revolución en la mentalidad que ya podemos empezar a ver en los millennials, llamados a ser padres y mentores de los futuros 3.0”, agrega.
Una «súper aplicación»
Así, para Irastorza, esto no significa que el punto de venta desaparezca, pero su objetivo ya no será tanto cerrar el proceso comercial como contribuir a desarrollar la lealtad hacia la marca y la preferencia por parte del cliente.
En esa línea, se esperaría que los grandes distribuidores como Amazon o Alibaba pondrán al alcance de todos todo tipo de productos sin importarles la distancia. «Crearán una experiencia de marca centrada en el consumidor 3.0. Y la velocidad a la que se podrá acceder a la mercancía será un factor determinante. También, las ofertas de última hora tendrán una enorme importancia».
Los retos para las marcas
De acuerdo con el informe, lo primero es transformar en información relevante el enorme caudal de datos en tiempo real de los consumidores 3.0, para definir sus nuevos productos y servicios con criterio.
«Como Microsoft que tiene en cuenta las opiniones de clientes expertos, early adopters, heavy users e influencers antes de lanzar sus actualizaciones», refiere el autor del informe.
Lo segundo es la privacidad del consumidor. “Todas nuestras compras dejarán huella electrónica, algo que exige una rigurosa ética reglamentaria para preservar la privacidad de los consumidores», resalta Irastorza.
El estudio “El consumidor de 2030” refleja además como Latinoamérica, junto a los mercados emergentes asiáticos, son los que presentarán nuevas y mayores oportunidades de consumo y serán responsables del crecimiento de la economía.
Y es que su creciente clase media será determinante a medida que el producto interior bruto y la renta per cápita en estos países se vaya consolidando. Por ejemplo, en Brasil su clase media incrementará de forma notable hasta llegar a 1.5 millones de hogares que pertenecerán a la clase media en 2030.
Consumo femenino
Del estudio también se desprende cómo el consumo femenino será cada vez más importante en Latinoamérica. Entre otros motivos y tal y como refleja el informe, por el aumento que experimentará hasta 2030 el ingreso disponible femenino y el incremento de la paridad de los ingresos entre hombres y mujeres.
Por ello, “muchas son las empresas que se han tomado en serio este poderoso segmento y han enfocado en él su oferta comercial”, señala el profesor del EAE Business School.
Cabe destacar que la potencialidad de las mujeres como consumidoras es especialmente evidente cuando consideramos el comercio electrónico, en el que las mujeres han encontrado un útil aliado para gestionar su consumo y compatibilizarlo con agendas siempre más repletas que las de los hombres.