Si bien las nuevas tecnologías ya están integradas en el sector turístico, el reto para las empresas ahora es implantar herramientas directamente relacionadas con el Customer Experience, y para esto, la personalización de los servicios a favor del cliente se ha convertido en un punto clave.
Para esto se deben tomar medidas concretas y directas, basadas en la edad, sexo, procedencia o incluso el nivel económico o educativo del cliente. Adaptar los horarios de las comidas, la hora del ‘check out’, etc.
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Es necesario tener en cuenta que el turista ya no es pasivo, sino que ha adoptado no solo un rol activo, sino también participativo. Prefiere que le hablen de tú a tú, de forma directa y personalizada.
Recordemos que el acceso directo que tienen los turistas a la información, los convierte también en generadores de experiencias a través de sus redes sociales, que dependiendo de las empresas, puede ser positiva o negativa.