La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un factor que hoy en día está siendo muy valorado y que las marcas deben aprovechar correctamente. Según un estudio de Cone Communications 9 de cada 10 compradores espera que las compañías no solamente obtengan ganancias, sino que operen de manera responsable y aporten beneficios sociales y ambientales.
También el 84% de los consumidores globales busca adquirir productos socialmente responsables cuando tienen la oportunidad, lo que significa que la RSE pasa por un buen momento y que puede convertirse en un factor de diferenciación importante para las marcas.
La RSE aporta beneficios a las empresas como:
- Eficiencia: al mejorar condiciones laborales
- Lealtad de los clientes: siempre que se establezca una retroalimentación a sus necesidades y quejas, además de la transparencia y la calidad de producto y servicio.
- Mayor acceso a los mercados: cumplir con los estándares externos.
- Credibilidad: respetar a las personas, comunidades, medio ambiente y sociedad en conjunto otorga prestigio y sostenibilidad.
Respecto a dos de las principales razones por las que las empresas no implementan acciones de RSE o lo realizan de manera incorrecta destaca el de confundir este término con el de “asistencialismo”, además de que comunican sus acciones únicamente a públicos estratégicos dentro de la empresa, que no son los consumidores, sino más bien, un sector aledaño o los inversionistas, de acuerdo con Paulina Palacios, experta en Responsabilidad Social Corporativa.
El consumidor es cada vez más consciente de su papel dentro de la cadena productiva, lo que al final lo ha llevado a “premiar” a las marcas con su preferencia, siempre y cuando éstas se mantengas comprometidos con su entorno y no solo con obtener ganancias.