El rol de la empresa en la sociedad es importante, porque en la medida en que crea valor, le facilita la vida al consumidor. Pero ese impacto no siempre es bien recibido, debido a que muchas veces se crea un conflicto entre lo que el consumidor considera que debe ser el actuar de una firma y lo que percibe de ella.
El usuario cada vez mide que las acciones no colisionen con sus principios éticos, siendo esto una parte de la nueva mirada a la que deben enfocarse las empresas, sostiene María Matilde Schwalb , directora del Centro de Liderazgo, Ética y Responsabilidad Social de la Universidad del Pacífico.
Según la especialista, se trata de una nueva forma de activismo que está reemplazando a formas convencionales; es un activismo del consumidor descontento. Pero así como se castiga lo que consideran que colisiona con sus principios éticos, también premian lo que consideran que es una buena actuación.