En los últimos años, la industria publicitaria ha tomado conciencia de la problemática de los anuncios que recurren al sexismo para generar mayores cantidades de ingresos, así nació el “Femvertising”, la publicidad que se realiza con mensajes que empoderan a las mujeres.
Atrás quedaron los tiempos donde a la mujer se le relacionaba sólo con la cocina, la lavadora, los cambios de humor menstruales, las tardanzas por “arreglarse”, y otros más.
Está claro que estas escenas sí suceden en la vida real, pero el problema era que la publicidad sólo se centraba en esos detalles y no en la realización personal del género femenino; sin embargo, a día de hoy, aún existen empresas que se resisten al cambio y no se deciden a apostar por tener un contenido más fresco y que empodere a las mujeres. Todo por miedo a no vender.
Pero estas empresas que trabajan bajo estas estrategias antiguas se equivocan. El “Femvertising” vende, y mucho.
Así lo comprobó la web “SheKnows” en 2014 cuando en un estudios sobre “el tratamiento de la mujer en la publicidad como una de las claves para llamar la atención”, encontró que más del 50% de encuestadas aseguró haber comprado productos de marcas que en sus anuncios hacían representaciones positivas sobre la mujer.
Por otra parte, el estudio de Kantar “What Women Want?”, aplicado en el Reino Unido, señaló que dos tercios de las mujeres señalan que saltarían los anuncios anticuados que no se asemejan ni en lo más mínimo a su vida, a sus prioridades o a sus intereses y deseos, además, el 85% coincide en que el cine y la publicidad representan mal a la mujer real.
No hay duda de que esta será un tendencia que muchas marcas adoptarán para 2019, mientras que otras como Nike, Dove y Barbie, ya se han tirado a la piscina logrando altos de números de ‘engagement’ y ventas luego de compartir anuncios con “Girls power”.
