Cuando hablamos de marketing solemos pensar únicamente en las estrategias de promoción o venta del sector privado, sin embargo, esta disciplina tiene una interesante aplicación en la gestión pública con resultados más que satisfactorios.
Para ello, es necesario seguir algunos pasos para su correcta implementación:
- Investigación de mercado
Entender a las audiencias, en el caso de lo público a los ciudadanos, es vital para brindarles un mejor servicio. En este sentido, la metodología de investigación de mercados tiene mucho que aportar.
A través de ella se descubren las características socioeconómicas, demográficas, etarias y de conducta de las personas, así como sus valores, anhelos, intereses y aspiraciones.
- Desarrollo y mejora tanto de productos como de servicios
¿Qué hace un gestor público calificado con la información que arroja la investigación? Diseña políticas públicas, productos y servicios que realmente satisfagan las necesidades de su audiencia, tal como lo haría un especialista en marketing.
Las decisiones públicas de espaldas a la ciudadanía no tienen sentido. Entender lo que requieren y tratar de satisfacerlos haciendo el uso más eficiente posible de los recursos es la meta.
- Comunicación eficaz con los públicos clave
Detectar los públicos clave y diseñar mensajes específicos para ellos es otra de las lecciones del marketing tradicional aplicables a la gestión pública. Nos comunicamos diferente con un niño de cinco años que con un adulto de cuarenta, ocurre lo mismo con los públicos clave.
Entender con quién nos vamos a comunicar, bien sean miembros de nuestro equipo, aliados estratégicos o representantes de las comunidades y diseñar mensajes clave exclusivos para cada uno con el tono y estilo adecuado, nos permitirá adaptar los mensajes, hacerlos más cercanos y por lo tanto tener una comunicación más eficiente.
- Mejoras en la satisfacción del usuario
Perseguir la satisfacción del ciudadano es parte del marketing de gestión Dar respuestas oportunas, solucionar sus problemas, hacerles seguimiento a los casos, eliminar trabas burocráticas y ahorrarles tiempo a los usuarios, son maneras de brindar satisfacción. Optimizar los procesos para hacer más felices a nuestros ciudadanos es tarea de la gestión pública moderna.
- Posicionamiento de marca
Aunque en el sector público no nos referimos a las instituciones como marcas, posicionar nuestros valores, productos y servicios es parte de la labor. En la medida en que logremos una identificación del ciudadano con nuestro trabajo, la función pública se verá fortalecida. Los ciudadanos se sentirán más motivados y participarían voluntariamente de las iniciativas públicas.
Algunos ejemplos exitosos podrían ser las campañas de reciclaje, del uso del cinturón de seguridad o del conductor designado. En la medida en que la población sienta y compruebe que sus prioridades son las nuestras como gestores públicos, estaremos todos trabajando en el mismo equipo.
La labor del mercadeo no es exclusiva de un sector. El marketing trabaja con bienes, ideas y servicios, los crea, los promociona y los distribuye para satisfacer una necesidad. Si esto es lo que hacemos en la gestión pública para garantizar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, entonces bienvenidas las técnicas del marketing para mejorar nuestra gestión.
Fuente: Universidad Continental