La personalización es uno de los caminos para llegar a los consumidores y atraerlos. De ella se deriva una relación donde estos y las marcas, ganan. Los primeros tienen productos y servicios de acuerdo a sus gustos, en tanto que las empresas forman un vínculo emocional con las personas que les puede ser redituable a corto, mediano y largo plazo.
El consumidor se expresa constantemente sobre lo que desea, y en plena era de nuevas tecnologías, la comunicación se ha masificado todavía más. Pensemos en las personas que interactúan con una marca por cualquier canal, ya sea tradicional o moderno, y que externan sus preocupaciones sobre lo que han adquirido. Entonces la empresa va recabando datos que eventualmente le ayudarán a definir un producto o a crear uno nuevo.
Existen marcas que son ejemplo claro de cómo se debe implementar la personalización. Algunos de los casos más notables en distintas industrias:
- Amazon. Es la compañía líder de comercio electrónico con ventas anuales que superan los 107 mil millones de dólares. En parte, gracias a las prácticas de minería de datos que lleva a cabo y con las cuales ha logrado personalizar las sugerencias de productos para sus clientes de una manera extraordinaria. Desde el primer momento en que uno de los clientes ingresan al sitio web de Amazon, encuentra propuestas afines a sus búsquedas y compras anteriores. De esta manera, Amazon le sugiere productos que podrían interesarle con un alto nivel de precisión.
- Spotify. Desde 2015, esta aplicación de música vía streaming, ofrece listas de reproducción “curadas” en descubrimientos semanales, gracias a un algoritmo especializado en la identificación de canciones similares a las que le interesan al usuario de la plataforma para compilar nuevas recomendaciones.
