Los móviles tienen una permanente presencia, si consideramos también que están en viajes de transporte público, camino al trabajo y en otras situaciones cotidianas como ver televisión donde es usada como segunda pantalla. Los celulares son considerados un elemento decisivo para llegar cada vez a más consumidores y en cada vez más y más momentos.
Por ende, a las marcas no les queda más que posicionarse ahí y utilizar esta herramienta si se quiere llegar a conectar con el consumidor. Hoy en día los usuarios ya no prestan atención a lo que se encuentra a su alrededor puesto que tienen a los teléfonos para entretenerlos.
Las compañías y marcas han comenzado a migrar sus esfuerzos de un espacio a otro, pero no han cambiado más que el escenario, es decir han cambiado el vehículo, pero no el contenido. Y esto es un error completo y absoluto, no tener en cuenta que el móvil necesita nuevas necesidades y cambios.
Es ahí cuando las marcas deben ajustarse y cambiar el storytelling, para cumplir lo que se espera de ella en el universo móvil construyendo historias completamente diferentes. El móvil no es un espacio estático, es un dispositivo interactivo y eso modifica por completo cómo se responde al contenido y por consecuente como debe ser presentado.
El storytelling tiene que ajustarse a la realidad y reinventarse para cuadrar con ello. Por otro lado, adaptarse al móvil no es solo ver su naturaleza interactiva, sino modificar por completo la esencia del contenido. No se debe mostrar los mismos contenidos que se muestran en otros espacios, pero este cambio no es solo hacer las cosas más cortas.
En conclusión, es necesario analizar que se está haciendo, debido a que ahora se está usando el camino más fácil, una manera de conseguir resultados rápidos sin pensar en el mañana, no siendo lo más adecuado.