Este tipo de marketing y acción BTL busca impactar al target, pero sin que la forma de tener su atención sea a través de publicidad intrusiva, que más que acercar aleje al consumidor de una marca.
Durante 2016, en Estados Unidos el gasto destinado a native advertising fue de 11,490 millones de dólares, mientras que en América Latina se invirtieron 1,240 millones de dólares en ese mismo año. Para 2018 se estima que en el país vecino del norte dicha cifra llegue a los 22,560 millones de dólares, mientras que a nivel Latinoamérica la suma supere los 2,430 millones.
¿Qué la distingue de otro tipo de acción BTL?
Uno de los objetivos principales de la publicidad nativa es generar una armonía entre el contenido creado por una marca y la publicidad dentro de un sólo espacio, es decir, hacer que la línea entre contenido orgánico y publicidad o promoción de la marca converjan y que el consumidor no perciba que se trata de un material pagado o creado no sólo con la intención de informar, sino también de vender.
Generar native advertising, con la intención de que el target atienda el contenido, hace que este tipo de estrategia sea menos intrusiva que un spot en televisión o en radio, que se repite en varias ocasiones y hace que el consumidor la evite, e incluso pueda responder de forma negativa a ella, la grado de generarle molestia.
Una de las quejas frecuentes de las personas al consultar cualquier página online es que pocas veces pueden evitar dar click en algún anuncio porque suelen aparecer de forma constante, y es fácil que se redireccione a otro sitio.
Para evitar esto, el native advertising da la oportunidad de llegar al consumidor sin necesidad de ser intrusivo o causarle molestia alguna, ya que al formar parte del propio contenido que se consulta y que su intensión publicitaria pasa desapercibida.