El énfasis que observamos día a día con la inclusión financiera y la publicidad de los bancos, lleva a pensar que el crédito comienza a ganar terreno. No obstante, la realidad dista mucho de esta hipótesis.
Por el contrario, la cifra de peruanos con tarjetas de crédito a su disposición permanece en 10.1%, sin variación alguna.
Para Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de Asbanc, el mayor número de tarjetas de ahorro se deben al buen desempeño del empleo e ingresos en el último año.
En el caso del crédito, prudencia puede ser una palabra clave. «El mayor conocimiento financiero lleva a que las personas sean conscientes de su real capacidad de pago y tomen créditos de acuerdo a ella», indicó. Otro motivo, aseguró, es que están buscando alternativas con mejores condiciones financieras.
Un detalle interesante del reporte es que si bien en la estadística general el número de peruanos con tarjetas de crédito no se ha movido, sí hubo cambios importantes.
Por ejemplo, los peruanos con solo tarjeta de crédito ahora suman 1.7%, un incremento de 0.4 puntos porcentuales. No obstante, quienes cuentan con crédito y débito han disminuido en 0.5 puntos porcentuales, hasta 8.3%.
Según Morisaki, esto obedece a que los mayores ahorros de los ciudadanos evitan que recurran a financiamiento para cubrir sus necesidades.
Aumento de tarjetas de crédito
En cuanto al aumento de tarjetas de crédito, si se analiza la información del INEI, se observa cambios entre la población ocupada de las áreas urbanas y rurales. Mientras que en las ciudades se registra una disminución del plástico, en las áreas rurales sucede lo contrario.
En el primer caso hubo una disminución de 0.1 puntos porcentuales, a 12.3%, mientras que en el segundo aumentó 0.1 puntos, hasta 1.8%.
No obstante, entre los diferentes grupos etáreos se presenta una diferencia más marcada. En las ciudades, mientras los adultos de 45 años a más con tarjeta de crédito han crecido 1 punto porcentual a 12%, los jóvenes entre 18 a 29 años muestran lo contrario. Este segmento ha disminuido en 1.5 puntos porcentuales hasta 9.7%.
Sucede exactamente lo opuesto en las áreas rurales, donde los jóvenes llevan la iniciativa en el acceso al crédito, pues este segmento ha crecido 0.8 puntos porcentuales, a 1.9%.
Por otro lado, los peruanos de 45 a más comienzan a reducir sus tarjetas, pues hay una caída de 0.3 puntos porcentuales a 1.1%.
«En zonas rurales, la mayor proclividad de los jóvenes hacia el uso de tecnología (en este caso, en el ámbito de los pagos y el crédito), el mayor conocimiento financiero, y las mayores oportunidades de desarrollo en una economía en crecimiento, estaría originando la mayor demanda por financiamiento», explicó Morisaki.