El ‘social activism’ es una de las cuestiones que puede ocasionar la aprobación de una marca, así como el rechazo absoluto por parte de los usuarios de las redes sociales. Esta tendencia, en la que los sucesos de índole político-social tienen la atención de un gran número de internautas, debe ser tomado con cautela por las compañías antes de lanzarse de lleno al activismo.
Los consumidores tienen en cuenta, antes de relacionarse con las marcas, los valores que estas presentan. Es clave para las empresas saber dirigirse y obtener resultados favorables en este terreno complicado.
Puntos que tomar en cuenta antes de lanzarse al activismo en las redes sociales:
Legitimidad
No tomar una causa porque sí. Se debe mostrar la cercanía del problema en los patrones que rigen a la empresa. Identificarse con los usuarios y hacerles saber que cuentan con su respaldo. No valdría de nada que una marca apoye cuestiones de género si en sus filas se les paga más a los hombres que a las mujeres, por ejemplo.
Conocimiento del tema
Profundo análisis de la situación. No solo actuar a corto plazo, sino hacer un seguimiento detallado del desenvolvimiento de éste.
Ser consecuentes
La postura de la marca va más allá que una simple pose para generar buenos comentarios. Los usuarios recurren a la interacción con los empleados para ver si los valores que proclaman van más allá de una jugada mercantil. Tomando como ejemplo lo que sucedió con Uber. La improvisación y falta de organización entre sus colaboradores manchó su reputación.