Por Carlos Mijichich, director creativo de Lomo Comunicaciones
La hegemonía de los macro-influencers acaba de recibir un duro golpe, un zapatazo, para ser más exacto.
Payless y su reciente campaña The Payless Experiment han socavado el territorio que estos personajes tenían ganado en el mundo del marketing digital. Aún de pie sobre sus dominios virtuales, es casi seguro que los macro influencers todavía perciben el movimiento telúrico que se ha generado en su orbe luego del impacto de semejante «zapatazo nuclear».
Conscientes o no de las consecuencias que esta acción traería, The Payless Experiment se ha tornado en el punto de inflexión de algo que ya se venía discutiendo en los medios especializados: el uso de los micro influencers en la concepción de nuevas estrategias y tácticas para las marcas ávidas de un ROI más alentador cuando de macro influencers se trata.
Estamos siendo testigos del nacimiento de una micro revolución en el interior de la, aún en ebullición, transformación digital.
Los más pequeños del ecosistema influencer han recibido un regalo inesperado antes del veinticinco de diciembre. Está en ellos el aprovecharlo de la mejor manera y demostrar así, su micro grandeza.
Sobre el autor:
Carlos Mijichich
Director Creativo de Lomo Comunicaciones. Diseñador gráfico de profesión, con amplia experiencia en el desarrollo de conceptos y diseño de piezas publicitarias para campañas ATL y BTL. Ha liderado proyectos para marcas nacionales e internacionales.