La inteligencia artificial y el Big Data, serán los oráculos de 2018

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Por Paco Santamaria – Director fundador de agencias de mercadotecnia de nicho y relaciones públicas como InTrend The Next Marketing, InTrend Sibarita y Party Animal

En definitivo, el mundo es hoy. La ficción ha alcanzado a la realidad en muchas escalas y medidas. Hace tan sólo 5 años, había muchos escépticos que negaban completamente la posibilidad siquiera de que la mercadotecnia enviara mensajes a través de los teléfonos de la persona. Todo el poder de los mensajes clave estaban en lo offline y pocos daban mucha credibilidad a la vida digital.

Ahora mismo el futuro sí es hoy. La vida digital nos está ganando y dominado en cierto sentido, ¿dónde están los verdaderos mensajes? Pues se dispersan de diferentes maneras y en proporciones muchas veces contradictorias. Los mensajes clave viajan en lenguajes cada día más diferentes y desiguales.

Lo importante para las marcas, las empresas y los agentes de la mercadotecnia es sintetizar con claridad y de forma casual sus mensajes. Es decir, tirar menos rollo y decir más. Lanzar ideas sintéticas como dardos adormecedores. Con sincronía y precisión para alimentar de beneficios a los clientes, porque no comerán más otra cosa. Hasta nuevas noticias.

¿Hasta dónde llegará el embrujo digital?

Hasta donde lo permitamos nosotros mismos. Ni más lejos, ni más cerca. Muy probablemente seguiremos siendo embrujados por una nueva y latente realidad entre Instagram, como una nueva forma de lo que antes le llamábamos televisión, como más cercana, más estética y con millones de productores y realizadores esparcidos en el mundo, generando contenido como en una especie de realismo mágico.

Que muchas veces seremos incapaces de distinguir lo que es verdad entre una realidad online a la vida en carne y hueso. Es muy sencillo, hagan un experimento muy simple. Conozcan a una “Influencer” en persona y notarán que hay una gran diferencia entre la imagen que proyecta todos los días en su contenido instgramero -muchas veces filtrado estéticamente- y cómo se ve y se siente en la vida real. Aquí hay un quiebre muy importante en la vida digital actual.

No todo es apocalíptico y nostalgia analógica. El Big Data está aquí no necesariamente para hacernos entrar en una nueva fantasía, todo lo contrario, llegó para sacudirnos y situarnos en la realidad estratégica de las cosas. Para contar realmente lo que queremos contar y cómo lo queremos contar.

Como dijo mi amigo Daniel Rodríguez, el venezolano y hombre clave de Symphony Retail en México: “Sí se puede ofrecer un producto en particular para una persona en particular, también es posible ofrecer una promoción única para esa persona. La inteligencia artificial es capaz de esto y más. Ya no es parte de la ciencia ficción, ya está aquí, ya la vi implementada en una empresa en Brasil”.

Y lo sabe más por experiencia propia porque él traerá ya muy pronto su asistente de inteligencia artificial CINDE para ayudar a los administradores de promociones personalizadas del retail mexicano. Algo así como una asistente que ayudará a vigilar y monitorear el éxito o fracaso de todas las estrategias comerciales. Una sacudida de realidad, con futuro, que antes se imaginaba de ficción para lo diseñadores de productos de consumo masivo en las cadenas minoristas de México y LATAM.

Una de cal por otras de arena. No todo en la vida digital es bueno y no todo es maldad o frivolidad. Tenemos que comenzar a ser más inteligentes en lo que elegimos creer y tomar para mejorar nuestras vidas, entre creerle al espejismo en nuestra mano de una realidad inexistente o la realidad que es el futuro hoy de comenzar a administrarnos mejor con ayuda del Big Data para volver a lo simple. La cuestión no es qué tanto vamos a evolucionar, la pregunta es: ¿Seremos capaces de elegir la mejor evolución?

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