Una parte fundamental para una marca es la identidad visual, debido a que gracias a los logotipos, tipografía, y colores, entre otros elementos gráficos, los públicos suelen identificarlas, amarlas o rechazarlas.
Sin duda, las marcas siempre buscan establecer un vínculo con los consumidores, que en ocasiones se torna extremadamente difícil. Por ello, es común que cada cierto periodo de tiempo las marcas realicen un rebranding, con el objetivo de refrescar su imagen o reflejar evolución, muchas veces consiste en cambios sutiles, pero en algunos casos son radicales.
Si eres de los que están considerando una transformación en tu marca, un artículo de Inc. te ayudará a decidir si es tiempo o es mejor esperar:
- El lanzamiento de un nuevo producto: Expandir tu catálogo de productos bajo la misma marca puede llegar a confundir al consumidor, crear una impresión incorrecta de tu sello, por lo que, de acuerdo con Santiago Jaramillo, gerente general de Bluebridge, es una razón por la que se debería considerar la posibilidad de asignar una marca única a cada producto.
- La misión se transformó: Esto suele suceder por que la empresa crece, o cuando hay nueva administración, se decide cambiar de giro o una fusión con otra compañía, entre otras razones. Si tu marca pasa por un proceso similar podría ser momento para hacer un rebranding.
- Tu audiencia ha cambiado: Es claro que esto pasa, y más seguido de lo que uno supondría. Actualmente los hábitos de consumo se han transformado, el consumidor es más crítico y vinculado a principios sociales y éticos que demanda que sus marcas también los compartan, esto sin olvidar el avance incesante de la tecnología, lo que la convierte en un factor clave. Entonces, si sus necesidades han cambiado, tal vez tu marca deba adaptarse a los nuevos tiempos.
- Te pierdes entre la competencia: Cuando tu marca no brilla, no llama la atención, cuando es muy parecida a la competencia, es momento de buscar darle un giro para volverla más atractiva. Según Ade Olonoh, cofundador de Jell, cuando la empresa funcionaba como Flock, una aplicación de comunicación para equipos, se dieron cuenta que muchos clientes potenciales estaban siendo redirigidos a varios otros sitios web y aplicaciones con el mismo nombre, decidieron cambiaron el nombre de su producto a Jell para eliminar la confusión, algo que les funcionó bastante bien para mejorar el tráfico a su sitio web.
A lo largo de los últimos meses vimos muchos cambios, incluso en marcas muy tradicionales, pero todas comparten el mismo denominador, buscan ser frescas y adaptarse al nuevo contexto con la finalidad de ser más atractivas para sus públicos.
