El televidente actual ha segregado el contenido que ofrece la televisión. Estudios indican que aproximadamente le dedicamos 240 minutos a la caja boba. En este lapso, los clientes decidimos cómo, cuándo y dónde veremos el servicio por el que se paga. Incluso, se enfoca en diversos géneros, como un paquete de películas, deportes, conciertos, infantil, culinario, etc.
El espectador prioriza otras plataformas para ver el contenido de la televisión. Esto obliga a los canales a interactuar con las audiencias a través de las redes sociales. El empleo de transmisiones en directo, podcast, vídeos, concursos, mantiene la atención del usuario y enriquece la relación con los programas.
Según Shootr, el 50% de las personas asegura ver más de un contenido si posee extensiones en las plataformas digitales, sobre todo en los millenials, donde 9 de cada 10 interactúan desde sus móviles. Otro dato importante, es que el 99% asegura no ver plenamente la TV, sino mientras realizan otra actividad.
“Para que la TV siga existiendo en un mundo omnicanal no sólo es necesario escuchar al espectador, sino ser capaz de adaptar el contenido constantemente a sus reacciones, en directo, y ofrecerle un canal de interacción constante’’ señala Ignasi Elías, CEO de Shootr.
